El fuego era reconocido por los antiguos habitantes de América como un transmutador y liberador del poder de ciertas sustancias. Consideraban que hacía las cosas más activas que pasivas y liberaba la esencia de las substancias. Por eso es que quemaban y fumaban una gran variedad de sustancias. Tenían diferentes mezclas fumables dependiendo de las necesidades del ritual y de la estación. Muchas de las variedades utilizadas se han extinguido o sus propiedades han sido olvidadas.
El tabaco sólo constituía entre el 5 o máximo el 10% de la mezcla para fumar. Los antiguos habitantes creían que las plantas nativas de las distintas regiones estaban creadas por los espíritus de la naturaleza para satisfacer las necesidades específicas de las personas y animales nativos de cada área, por eso es que las diferentes tribus hacían uso de diferentes plantas, dependiendo de cuáles eran las que cracían en la localidad y del propósito de la ceremonia. Los chamanes eran quienes sabían cuáles usar en cada ocasión.
La salvia, de la cual hay por lo menos 20 distintas variedades, era considerada especialmente útil en los rituales de las mujeres. Otros ingredientes comunes eran lavanda, girasol, cortezas de distintos árboles y plantas secas y pulverizadas con propiedades psicoactivas.
Cada una de ellas era recogida con reverencia por los chamanes que sabían cuáles eran sus poderes, cuándo podían ser recolectardas y cómo secarlas al sol para que absorbiera sus propiedades energéticas. En los rituales de preparación, el tabaco y todas estas plantas eran alteradas, purificadas y elevadas de vibración con la ayuda de lasplegarias e invocaciones a los espíritus. Además, las piedras con las que tradicionalmente se manufacturaban las pipas eran en sí mismas transformadoras de la energía del tabaco y las demás plantas. Esto era parte del ritual y parte de lo que las hacía efectivas, ya que actúaban químicamente como liberadoras de las sustancias psicoactivas de ciertas plantas. Todo esto está consignado en el libro de Black Elk: The Sacred Pipe, the smoking rites of the Siux (17).
Otra parte importante de la sacralidad de fumar era que se realizaba en grupo, dentro de una ceremonia, para estrechar los lazos entre unos y otros. Esto se hacía para mezclar e integrar las energías al inhalar el mismo humo. Al término de una guerra tribal, pasar la pipa de la paz era una forma de cimentar la unión, de dejar ir las diferencias.
Las funciones sagradas de los antiguos ritos del tabaco
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Ritos
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